Ya comentaba cuando publiqué la receta de los brownies en cáscara de huevo que meterse en la cocina con los niños es toda una experiencia, aunque olvidé mencionar que es además una experiencia terriblemente divertida !!
Cuando estoy cocinando algo que les gusta, o alguna receta para publicar en el blog y quieren curiosear, siempre acabo pensando que debería poner un cerrojo en la puerta y organizar pases individuales de visitas porque miedito me dan a veces !! Yo necesito mi espacio, mi orden, transformar la cocina en mi laboratorio, necesito tranquilidad para no perderme, hacer mis mezclas sin equivocarme, cosa difícil cuando tengo a la vez que corregir deberes, o atender una llamada... necesito mi organización ("esta niña de mayor va a ser boticaria, siempre enredando y mezclando potingues" decían en mi casa cuando era pequeña. Al final bibliotecaria, un pequeño baile de letras !! Por eso siempre les intento mantener al otro lado de la puerta esperando las sobras o poder mirar a través del cristal del horno a ver si sube el bollo. Luego soy blanda y me da penilla: ¿ te puedo ayudar ? ¿ te ayudo yo ? ¿ te bato los huevos ? ¿ voy pesando el azúcar ? ¿mami esto que es ? ¿ puedo rebañar el bol ? Cedo, no cedo, cedo... venga, pasad.
Así que a veces hago como que les necesito y que sin ellos no sale igual (con uno cuela, el otro se ríe). Y es cierto !! Cuando digo "niños... a la cocina !!" ahí ya vale todo. Lo importante es disfrutar y divertirse juntos, jugar a ser un buen cocinilla, hacer méritos para ganarse el título de chef, no importa mancharse o dejar churretes por todos los lados ni siquiera que no salga perfecto, saldrá rico seguro pues tendrá ese toque mágico que solo un niño sabe dar. Y después, que cómo queda la cocina ?? Eso sí que da miedo !!
Este bizcocho de calabaza aprendí a hacerlo en una demostración de productos Lékué a la que me invitaron. Pinchando aquí podrás ver el molde que he utilizado. La receta es prácticamente la misma y la he hecho muchas veces con pequeñas variaciones. A veces lleva pipas de calabaza peladas aunque en este molde no consigo que se queden bien repartidas por todo el bizcocho y se quedan abajo, es decir, arriba cuando se le da la vuelta; en algunas ocasiones le echo canela en polvo que le da un color más oscuro a la masa y muy buen sabor, otras veces espolvoreo azúcar glass para decorar en vez de hacerlo con glaseado sobre todo si es un molde normal, y también le pongo unas gotas de colorante naranja si no le echo canela. Pero básicamente los ingredientes y las cantidades son los mismos.
Es un bizcocho dulcecito, suave y esponjoso con un rico sabor a calabaza, esta hortaliza que tiene mil propiedades y vale para todo, que combina muy bien con el aroma a canela que lleva el glaseado ligero y casi líquido que le hemos puesto.
BIZCOCHO DE CALABAZA CON GLASEADO DE CANELA
Ingredientes:
- 250 gramos de azúcar
- 250 gramos de harina común
- 200/250 gramos de calabaza rallada
- 5 huevos
- 50 gramos de aceite de girasol
- 50 gramos de pipas de calabaza (opcional)
- 1/2 sobre de levadura Royal en polvo
- Para el glaseado 1 clara de huevo, azúcar glass según se desee la consistencia, aroma de canela, colorante naranja.
1. Mezclar el aceite con la calabaza rallada y reservar.
2. Batir los huevos enteros a velocidad alta para que suban y espumen un poco. Id incorporando poco a poco el azúcar mientras que se está batiendo. Otra opción es batir por un lado 125 gramos de azúcar con las claras de los cinco huevos y una pizca de sal, dejarlas a punto de nieve o merengue, reservar, y batir a mano con espátula de silicona o cucharón los otros 125 gramos de azúcar con las yemas de los cinco huevos. Las dos opciones son validas y a mi me sale exactamente igual.
3. Añadir la mezcla del aceite con la calabaza y remover bien con la espátula de silicona.
4. Ir incorporando poco a poco la harina ya mezclada con la levadura (yo pongo un poquito más de medio sobre) tamizadas. Ir removiendo para que ligue.
5. Aquí se pueden echar las pipas, la canela, unas gotas de colorante... a gustos.
6. Engrasar el molde con mantequilla, aceite o desmoldante, Verter la mezcla y meter en el horno, previamente calentado, a 170 grados durante 60 minutos aproximadamente con calor arriba y abajo y también con aire si el horno dispone de ello. Mi horno tiene 5 bandejas y lo pongo en la segunda contando desde abajo. En un molde normal si a los 20 minutos la superficie está muy tostada bajar un poco la temperatura o poner un papel de aluminio encima para que no se queme. En el molde con forma de calabaza dejarlo sin abrir el horno durante la hora y sale perfecto.
7. Adornar con un ligero glaseado hecho con azúcar glass y clara de huevo. Batir ambos ingredientes con batidora. La cantidad de azúcar glas dependerá de la consistencia que se le quiera dar. A mí no me gusta el glaseado duro y espeso que se queda como el fondant, prefiero dejarlo más líquido a modo de salsita. Añadirle unas gotas de aroma de canela y un poquito de colorante. Aquí he utilizado el color naranja de Wilton.
Terroríficamente bueno !!
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GRACIAS !!