Mi cámara de fotos y yo nos vamos entendiendo poco a poco. No es que nos esté costando, no, es que no pasamos tanto tiempo juntas como el que yo quisiera y el que pasamos suele ser solo a plena luz del día. Todavía no hemos tenido casi momentos de intimidad nocturnos, esos que nos permitan conocernos bien y a fondo. Supongo que este romance incipiente, el contacto cada vez más intenso entre ambas y la práctica de querer conocernos mejor convertirán esos momentos que ahora son sencillamente únicos en otros que sean aun si cabe todavía más especiales.
Si habitualmente cuando realizo fotos diurnas ya me resulta difícil “enterarme de algo”, comprender los conceptos, enterarme de los ajustes y mediciones generales que hay que saber o de cómo preparar mi cámara para sacar "eso que quiero que salga así", hacer fotografías nocturnas me parecen sinceramente "palabras mayores", complicadísimo diría yo, aunque haya quien diga que no lo es tanto como aparenta. La fotografía es luz. Ya, sí, y cuando no hay luz... ¿¿ qué es lo que pasa ?? ¿¿ Cómo puedo hacer para capturar esas impresionantes fotos nocturnas que veo constantemente en cualquier sitio ?? ¿¿ Debería de dejar de tener tantas aspiraciones y centrarme en aprender lo básico ?? No sé. Quizá sería mejor ir por partes pero no hay más que buscar y mirar cualquier galería de algunos fotógrafos profesionales o amateurs, de las que está llena la red, para llenarme de envidia, para ver entre sus fotografías miles de ejemplos de preciosas imágenes de paisajes, de firmamentos, de calles o monumentos tomadas por la noche. Incluso de personas, solas o formando parte de la composición, porque hay a quien le gusta incluir este elemento humano para enriquecer y dar perspectiva. No a mí que prefiero fotografías limpias y tengo infinita paciencia para esperar a que se vaya todo el mundo a casa y se quiten de mi vista. Este era uno de los objetivos que tenía pensado para esta noche: fotografiar el Templo de Debod sin personas. Solo el templo iluminado y su reflejo.
Una salida por la noche al Templo de Debod es una buena excusa para iniciarse en este campo o disciplina tan atrayente. O mejor una salida por la tarde, al anochecer, porque si por algo es conocido este templo egipcio en Madrid, aparte de porque fue un regalo del Gobierno de Egipto al estado español por su colaboración y ayuda tras el llamamiento internacional de la Unesco para salvar el patrimonio arqueológico de los templos de Nubia en peligro de desaparición debido a la construcción de la presa de Asuán, es porque desde su emplazamiento, en la zona que se denominada Montaña del Príncipe Pío o Cuartel de la Montaña, se pueden contemplar unos de los mejores y más bellos atardeceres que se puedan ver en esta ciudad. Unos atardeceres que hacen que a diario se congreguen en él numerosos madrileños y turistas para pasear y ver la impresionante puesta de sol sobre la Casa de Campo. Casi nadie puede evitar sacar sus cámaras o sus teléfonos móviles del bolsillo.
De todos los monumentos y parajes de Madrid, el Templo de Debod, si no es el más bonito, por lo menos sí es uno de los más fotogénicos y fotografiados. Un lugar así, único, romántico, mágico, no podía ser otro el elegido por mí para esta primera incursión en fotografía nocturna. Antes de dominarla, que tardará en llegar, lo sé, y conseguir hacer espectaculares fotos de estrellas y cielos nocturnos como a mí me gustaría que fuera posible, tendré que practicar bien por lo menos en mi ciudad que es lo que tengo por suerte más a mano y la verdad es que vivo en una ciudad deslumbrante y fascinante.
Al Templo de Debod me dirigí pues una tarde soleada con varios amigos y sus cámaras, con el trípode, los objetivos, mi cámara, claro, y por supuesto el maestro experto que me enseña todo y más sobre fotografía y que a veces me dice "¿¿ pero dónde vas ?? ¡¡ quita la tapa del objetivo !!". Empleé para hacer las fotos el disparador retardado pues el disparador remoto que compré lo he perdido no sé dónde (últimamente pierdo todo, estas semanas atrás he perdido las gafas de sol graduadas y la vergüenza en un escenario pero eso es otro tema del que seguramente no, pero quizá pueda ser que hable aquí en alguna otra ocasión). Y allí estuve haciendo fotos y más fotos, con mi equipo y con toda mi paciencia (posiblemente no tanta como la de Alan McFadyen, el fotógrafo de wildlife que recientemente consiguió su "
foto perfecta" de un martín pescador tras 6 años, 4.200 horas y 720.000 intentos fallidos) y estas pocas que os muestro es parte de lo que conseguí hacer. No son perfectas, claro está, pero son bonitas. He puesto las "vistas más vistosas", las más retratadas. Esperé a que desapareciese la gente del escenario como quería, incluso a que el guarda se fuese al aseo y se quitase de la puerta (tardo tanto en hacer una foto que le daba tiempo a ir y volver !!). En un sitio así es difícil no encontrar gente, hay casi tanta de un lado como del otro fotógrafos y trípodes !! Aunque es solo cuestión de esperar. No pude sin embargo controlar al aire, que en pequeñas rachas enturbiaba la imagen del templo en el agua, pero volveré otro día con más conocimientos y a ser posible con aire calmo para ver el agua convertida en espejo y el reflejo majestuoso y fiel del templo.
De esta primera experiencia nocturna tengo muchas fotos, cientas, de todos los ángulos y en todos los colores que no sé bien como he conseguido (ni idea, como digo. Serán solo tres conceptos pero que jaleo de aperturas, velocidades y sensibilidades !!) Hoy comparto solamente estas cinco, las que más me han gustado. No están editadas ni manipuladas, solo llevan la firma. El por qué salieron así y unas veces tienen los colores más cálidos que otras es algo que tendré que averiguar comentando, viendo al detalle las propiedades de las fotografías e investigando sobre qué hice bien o qué hice mal. Si alguno de vosotros lo sabéis...
Te recomiendo que eches un vistazo a la página Memoria de Madrid,
pinchando aquí, donde puedes encontrar la historia del Templo, su llegada a Madrid, las dificultades de su montaje y reconstrucción… así como un tour virtual con fotografías interactivas de 360º y una visita en 3D muy interesantes. Te va a gustar !!
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