Todos sabemos que el Sol es la estrella que se encuentra en el centro del Sistema Solar, el sistema planetario al que pertenece el planeta Tierra y en el que orbitan, por efecto de la gravedad, diversos cuerpos celestes, planetas, satélites, asteroides, meteoroides, cometas o polvo, girando alrededor de él. Algunos saben también, yo no lo sabía, que las estrellas se clasifican por su temperatura en tipos espectrales. El sol es una estrella del tipo G, tipo espectral intermedio entre las más calientes y las más frías, cuya temperatura está entre 5.300 º - 6.000 º y pertenece a las de color amarillo. Como estrella que es, el Sol es el único cuerpo celeste del Sistema Solar que emite luz propia. Esta luz solar, principal fuente de energía para los seres vivos, sustenta casi todas las formas de vida en la Tierra a través de la fotosíntesis y determina la meteorología y climatología en nuestro planeta, así como también, por su visibilidad sobre las distintas zonas de la Tierra, determina el día y la noche.
El Sol se formó hace aproximadamente 4.650 millones de años y tiene todavía para otros tantos años, entre 5.000 y 7.000 millones más. Después de este tiempo, nuestra estrella comenzará a hacerse cada vez más grande hasta convertirse en una gigante roja y hundirse finalmente por su propio peso, convirtiéndose entonces en una enana blanca y tardando aproximadamente un trillón de años en enfriarse, haciéndose definitivamente una enana negra. Queda por tanto mucho tiempo aún para que nos aprovechemos del poder de los rayos solares y de la luz y el calor que el Sol nos proporciona. Del Sol conocemos muchísimas cosas, su composición, su campo magnético, sus características físicas.... Para su observación y estudio disponemos en la actualidad de multitud de instrumentos especializados al igual que disponemos también de distintas tecnologías para el aprovechamiento de la energía solar que convierten la radiación solar en calor y electricidad principalmente, lo cual satisface eficazmente nuestras necesidades domesticas. Haciendo uso de estas tecnologías, desde antiguo el hombre ha aprovechado la radiación del Sol para su beneficio pues es una energía barata, renovable e inagotable. Ya desde la prehistoria se tenían conocimiento de las ventajas de la exposición directa al sol para conservar alimentos o secar ropa, sin embargo los primeros instrumentos o artefactos inventados con el fin de aprovechar el calor del sol tuvieron que ver con el hecho de producir fuego mediante la concentración solar. Algo tan antiguo, tan sencillo y rudimentario, es lo que utiliza el artista igorot filipino Jordan Mang-Osan para crear arte.
El Sol se formó hace aproximadamente 4.650 millones de años y tiene todavía para otros tantos años, entre 5.000 y 7.000 millones más. Después de este tiempo, nuestra estrella comenzará a hacerse cada vez más grande hasta convertirse en una gigante roja y hundirse finalmente por su propio peso, convirtiéndose entonces en una enana blanca y tardando aproximadamente un trillón de años en enfriarse, haciéndose definitivamente una enana negra. Queda por tanto mucho tiempo aún para que nos aprovechemos del poder de los rayos solares y de la luz y el calor que el Sol nos proporciona. Del Sol conocemos muchísimas cosas, su composición, su campo magnético, sus características físicas.... Para su observación y estudio disponemos en la actualidad de multitud de instrumentos especializados al igual que disponemos también de distintas tecnologías para el aprovechamiento de la energía solar que convierten la radiación solar en calor y electricidad principalmente, lo cual satisface eficazmente nuestras necesidades domesticas. Haciendo uso de estas tecnologías, desde antiguo el hombre ha aprovechado la radiación del Sol para su beneficio pues es una energía barata, renovable e inagotable. Ya desde la prehistoria se tenían conocimiento de las ventajas de la exposición directa al sol para conservar alimentos o secar ropa, sin embargo los primeros instrumentos o artefactos inventados con el fin de aprovechar el calor del sol tuvieron que ver con el hecho de producir fuego mediante la concentración solar. Algo tan antiguo, tan sencillo y rudimentario, es lo que utiliza el artista igorot filipino Jordan Mang-Osan para crear arte.
Jordan Mang-Osan (Itogon, Beguet, 1967) es un "pintor solar" profesional único en su país y creo que único también en el mundo entero. Es un artista perteneciente a la etnia igorot, pueblo indígena filipino que habita en la provincia Montañas de la región administrativa de Cordillera al norte de Luzón, multipremiado y reconocido internacionalmente. Mang-Osan aprendió esta sencilla pero asombrosa técnica de dibujo solar de la mano de su mentor Santi Bose a principios de los 80. Solo una lupa, un soporte donde esbozar el diseño y por supuesto luz solar directa, es todo lo que necesita para plasmar su arte. Mang-Osan tiene además una especial habilidad, demostrada desde niño, para el dibujo. Primero cuando comienza a crear la obra, realiza un boceto dibujando normalmente el diseño sobre un panel de madera, a veces sobre papel artesanal. Sobre este panel enfoca los rayos del sol que pasan a través de la lupa de aumento, quemando la madera y redibujando así el diseño por el contraste de color que producen las quemaduras sobre el soporte, a modo de "pirograbado". En ocasiones Mang-Osan completa sus obras con otras técnicas artísticas como la pintura acrílica y termina siempre con un acabado de barniz.
El arte de Jordan Mang-Osan está basado en la cultura, historia y forma de vida de la región filipina en la que nació y en la que vive, así como en las ricas tradiciones de la etnia indígena igorot ("gente de montaña") a la que pertenece. Además, parte de su inspiración proviene de la exhuberancia y virginidad de los paisajes naturales o del medio ambiente de la zona donde habita este grupo étnico. Mang-Osang fue un integrante del grupo de artistas cordilleranos fundadores e impulsores de Tam-Awan Village, un hogar de artistas construido en 1996 en un entorno bucólico cercano a la ciudad de Baguio, donde un número de 14 integrantes viven y trabajan en comunidad desarrollando su arte con un enfoque holístico que integra patrimonio cultural, naturaleza y actividad artística, y donde exhiben sus creaciones reflejo del equilibrio entre arte y naturaleza en el que se basan. Mang-Osang es también actualmente el presidente de la Fundación Chanum que dirige este pueblo de artistas y que sirve, en líneas generales, de escaparate del patrimonio y la artesanía indígena, de organizadora de actividades artísticas y culturales (talleres, exposiciones, seminarios, excursiones...) y de promotora, en definitiva, de la cultura y las artes indígenas de esta interesante región filipina.
Puedes leer más sobre el pueblo Tam-Awan y sobre la Fundación Chanum pinchando aquí así como conocer el perfil de este minucioso y paciente artista, sus premios o exposiciones, en esta misma web o en su perfil de facebook.
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