Recetas redondas de color cereza (XIII) : Trufas de chocolate blanco rosas

En mi casa la pasión por el chocolate se divide a partes iguales entre el blanco y el negro. Yo soy de las que me decanto por el negro, cuanto más negro mejor, aunque realmente no hago ascos a ninguno. Sin ser una chocoadicta, sí soy de esas personas que por las noches, antes de irse a la cama, se dan una vuelta por la nevera para coger un trocito de chocolate a modo de golosina (juro que yo no paso del trocito !!). Y esto no es de ahora sino de siempre. Poco tiene que ver con los cambios hormonales ni con la necesidad de azúcar que a veces sentimos sobre todo las mujeres, tiene que ver simplemente con el gusto de comerlo. Ya sé que habrá quien me lleve la contraria y me dirá que eso decimos todas, pero yo prefiero pensar que como chocolate por lo bueno que está y porque su ingesta regular le va a proporcionar beneficios a mi cerebro y a mi corazón. Por las noches siento un verdadero placer cuando ya se va todo el mundo a la cama y nos quedamos solos y en paz mi trozo de chocolate y yo.

Como soy yo la que hago la compra, soy yo también la que decido que chocolate comprar y cuanto. Normalmente compro chocolate negro sin azúcar, el que más, pero también compro chocolate con leche, chocolate con avellanas, chocolate relleno, chocolate para cobertura, crema de chocolate, chocolate a la taza... y a veces hago una pequeña concesión al chocolate blanco sobre todo para elaborar algún postre para los míos, algún coulant, unos muffins... En esta ocasión les he preparado unas trufas de chocolate blanco pero de color rosa y tengo que decir que a pesar de mis reticencias están muy buenas. Estas trufas son un dulce muy sencillo y rápido de hacer, quedan muy vistosas y son ideales para regalar dentro de alguna caja o envase bonito. Animaos a hacerlas. He enseñado algunas fotos en mi trabajo antes de publicarlas y todo el mundo las quiere probar.

TRUFAS DE CHOCOLATE BLANCO ROSAS

Ingredientes: 

- 200 gramos de chocolate blanco para cobertura

- 75 gramos de mantequilla normal

- 125 gramos (o medio vaso) de leche condensada

- colorante rosa en gel (Wilton)

- azúcar glass para rebozar

- aroma de rosas, de fresa, azahar... para aromatizar (opcional)

- azúcar glass a gusto si se prefieren más dulces (opcional)

El chocolate blanco que he utilizado es de la marca El Barco Delice. Partí cuatro trozos de una tableta de medio kilo que pesaron 200 gramos. Si se usa el chocolate blanco de Nestlé Postres la tableta pesa 180 gramos. El chocolate de El Barco Delice me parece menos dulce que el de Nestlé pero yo no recomiendo incorporar azúcar pues lo vamos a mezclar con leche condensada en vez de con nata o crema de leche. Hay que tener en cuenta que el chocolate blanco es un dulce hecho con la parte grasa del chocolate, la manteca de cacao, mezclada con leche y azúcar, por lo que hay que tener cuidado a la hora de calentarlo de no hacerlo en exceso pues se puede separar la grasa del suero de la leche y estropearse. Es opcional también añadir algún aroma para perfumar, eso va a gustos.  

1. Derretir la mantequilla en el microondas con cuidado de que no quede excesivamente caliente ni líquida.

2. Fundir el chocolate, o bien al baño María o bien en el microondas, en un recipiente adecuado, a intervalos cortos para que no se queme ni se separe la grasa.

3. Mezclar la mantequilla derretida con el chocolate removiendo constantemente. Ir incorporando la leche condensada mientras que se sigue removiendo. Echar un poquito de colorante en gel con la ayuda de un palito. Como el chocolate blanco no es blanco sino amarillo probar primero con poca cantidad e ir añadiendo más hasta conseguir el color deseado. Ligar bien todos los ingredientes que iran espesando mientras se vayan enfriando.

4. Cuando la mezcla esté lista, tapar el recipiente y meter en la nevera a enfriar para que se endurezca. Mejor de un día para otro, sino puede ser por lo menos dejarlas tres o cuatro horas.

5. Una vez que ha enfriado y ha quedado dura, sacar la mezcla de la nevera y con ayuda de una cucharilla y de las manos hacer bolitas del tamaño que se desee. Con la temperatura de las manos se derretirá un poco el chocolate por lo que las bolitas no cogerán una forma redonda perfecta. Depositarlas en un plato o bandeja sin que se toquen y volverlas a meter en la nevera. Cuando se hayan enfriado volver a sacarlas y dar definitivamente la forma redondeada a la vez que se van rebozando en el azúcar glass teñido de rosa. Si se van a consumir inmediatamente servirlas frías y dejar que se fundan en la boca, si se van a transportar para comerlas en otro momento se pueden reblandecer un poco por el calor pero siguen estando igual de buenas.

6. Para teñir el azúcar glass se puede hacer con colorante en gel o colorante líquido. El líquido es más facil de trabajar pero en mi opinión apelmaza el azúcar, hay que dejar secar y pasar después por el tamizador. Si se prefiere hacer con colorante en gel hay que deshacer los pegotes ayundándose de los dedos. En cualquiera de los dos casos se echa la cantidad de azúcar que se quiera en un recipiente de cristal o plástico con tapa, se añade el colorante, se remueve y/o se deshace y se termina tapando y agitando fuertemente.