Recetas redondas de color cereza (IV): Gazpacho de cerezas

Sí, ya se que es finales de octubre y no es tiempo de cerezas !! Realmente esta receta no estaba programada para esta fecha, iba a ser la primera del blog (porque me encanta !!) y de hecho la tengo fotografiada desde hace tiempo, pero un problemilla con la tarjeta de la cámara me hizo improvisar y comenzar con otra, con otra tarjeta y con otra receta, con una tarta, que también me pareció un buen comienzo. Así que una vez resuelto el problema, publico ya este rico "gazpacho de cerezas" antes de que lleguen las temperaturas invernales y nos de frío solo de verlo. Solo espero que cuando llegue el verano alguien se acuerde de la receta y se decida a probarla, o que el blog este mejor situado y quien vaya buscando una receta de gazpacho de cereza llegue a esta, que también puede ser. De todas maneras cuando llegue de nuevo el calor haré un recordatorio porque... está exquisito !!

GAZPACHO DE CEREZAS.

El origen del gazpacho es incierto y se remonta a épocas remotas. Es incluso muy anterior a la incorporación en el siglo XVI, a la gastronomía mediterránea, de su principal ingrediente tal y como conocemos al gazpacho hoy en día: el tomate. Se cree que ya en tiempos del Al-Andalus se realizaba el originario gazpacho a base de pan, aceite, vinagre, ajo, agua y sal, y que a pesar de la llegada siglos después de otros alimentos provenientes del "Nuevo mundo" descubierto, como el tomate o el pimiento, pervivió así un tiempo, no siendo hasta el siglo XIX cuando se incorporan estos y se convierten en ingredientes fundamentales. También se le ha encontrado precedentes en las culturas griega y romana, pero lo que ocurre con estos platos de tan larga tradición y tan amplia expansión es que evolucionan y sufren muchas variaciones y modificaciones con el paso de los años y es por ello por lo que existen multitud de variantes dependiendo de las zonas geográficas y de la riqueza de sus huertas. ya que este es un plato realizado principalmente con hortalizas. Además hay que contar con el hecho de que de este tipo de recetas, en las que los ingredientes principales son precisamente las hortalizas y verduras, existen tantas como personas que las cocinan y casi que no hay dos recetas iguales, cada uno la adapta a su gusto o a lo que tenga en la huerta o nevera. Aunque el origen del gazpacho se considera humilde, actualmente forma también parte de la alta cocina sin dejar por ello de ser un plato popular muy refrescante y agradecido en la época estival. En los últimos años se ha puesto de moda la incorporación al gazpacho de otros ingredientes, como en el caso de este gazpacho de la RrCc de hoy con cerezas, que le han enriquecido con nuevos sabores y texturas.

A mí particularmente, a excepción de la vichyssoise, me gustan todas las cremas y sopas frías en cualquier época del año, hasta me apetecen ahora mismo que estoy destemplada porque hace un rato llovió y me mojé. Me gustan cualquiera de las variantes del gazpacho: el ajoblanco malagueño, la porra antequerana, el arranque roteño, el cojondongo extremeño, sin tropezones, que lo probé una vez... y por encima de todos el salmorejo cordobés, acompañado de aguacate y semillas de amapola. En mi casa, es decir en la de mi madre, en la de mis tías y en la de mi abuela, el gazpacho siempre se hizo sin pepino y sin tropezones, y además fuertecito. En mi cocina, yo peco de hacerlo más flojito, echando un poquito de todo, menos pepino, y rectificando después. Mi gazpacho es de esas recetas que clasifico como al estilo "no me acuerdo que me dijo mi madre" o lo que es lo mismo "hazlo a ojo o como te salga" pero aquí he intentado poner las medidas aproximadas de como es el gazpacho que a mí me gusta. Con ellas queda un gazpacho suave que casa bien con el sabor que le aportan las cerezas. Aquí os dejo la receta. La dificultad es mínima y la realización rápida. Que la disfrutéis !!

Ingredientes:

- 1 kilo de tomates, buenos y maduros
- 250 gramos de cerezas negras o picotas
- 50-70 gramos de pan del día anterior con corteza
- 50-70 gramos de aceite de oliva virgen extra
- media cebolla
- pimiento verde 10-15 gramos
- pimiento rojo 10-15 gramos
- medio diente de ajo
- dos o tres cucharadas soperas de vinagre de Jerez
- sal
- queso tierno picado para decorar

El procedimiento es muy parecido al que expliqué en la receta del salmorejo de remolacha e igual de sencillo: por un lado, se deshuesan las cerezas a mano o con deshuesador y se baten bien en el vaso de la batidora. Reservar. Por otro lado, se pelan los tomates, se cortan y se disponen en un recipiente alto. Se parte el pan en cuadraditos y se incorpora al recipiente para que se vaya impregnando del jugo de los tomates. Se cortan en trocitos la cebolla y los pimientos y se añaden a los tomates y al pan. Se machaca el ajo en un mortero y se echa también al recipiente. Se bate todo bien para que se triture. Si los tomates han soltado mucho jugo y la crema queda muy líquida se puede rectificar de pan para que espese o, por el contrario, se puede añadir agua fresca para que se haga más líquido. Se añaden ahora las cerezas batidas y se remueve bien. Se va añadiendo poco a poco el aceite a la vez que se sigue batiendo para que emulsione o ligue despacito. El aceite se puede echar junto a los otros ingredientes pero este es mi toque de mimo. A continuación se añade el vinagre y la sal a gusto, según se quiera de fuerte o suave. Las cerezas, que pueden utilizarse congeladas, propias o compradas, dan al gazpacho un extraordinario sabor dulce que no conviene estropear con exceso de vinagre. Dar un último toque con la batidora. Dejar enfriar en el frigorífico y servir muy frío. El acompañamiento de la fotografía es queso tierno picado. Se puede hacer también con nieve de queso pulverizado previamente congelado y queda perfecto.

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