Planeta Cereza: diciembre 2018

lunes, 24 de diciembre de 2018

¡¡ Feliz Navidad !!





¿¿ Se acaba ya 2018 ?? ¡¡ Cómo puede ser si casi ni me he enterado !! Se me ha pasado volando, la verdad. Es lo que tienen los años normales, ni buenos ni malos, que corren tan deprisa como todos los demás. Menos mal que los días que aun quedan son para mí de lo mejor del año, de lo mejor de todos los años  ¡¡ Con diferencia !!


Todo el que está cerca de mí sabe que me encantan las navidades y que las espero con ilusión. Sin entrar en reflexionar sobre el verdadero significado de la Navidad o en si este ambiente de desmesurado consumo que vivimos estos días tiene que ver mucho o poco con el auténtico espíritu navideño o con la fiesta religiosa, las fiestas navideñas en sí, todo lo que rodea a la Navidad me encanta. Me gusta todo en general y en particular. Me gusta disfrutarlas, me gusta hacer de estos días algo especial, estar con mis amigos, tener más tiempo para mi familia. Me gusta la estética de la Navidad, adornar mi casa, elegir unos cuantos regalos, y entregarlos, comer dulces sobre todo, como que parezca que no hubiese un mañana o no existiera un siguiente mes de enero, ese mes en el que le pones la pila a la báscula del baño... Me gusta todo, desde siempre. Cosas que se hacen desde que era pequeña y cosas nuevas que se hacen con los años.


Últimamente estoy cada vez más rodeada de personas a las que contrariamente a mí no les gusta la Navidad, la Navidad en general (que por otra parte les entiendo ya que no somos todos iguales) y me temo que tampoco les gusta nada en particular. Nadie dice "no me gustan las vacaciones de Navidad y me quedo en la oficina, idos vosotros" o "no me gustan los langostinos ni tanto despliegue de comidas, no voy a cenar a ningún lado y me voy a tomar un yogur como todas las noches". Estoy bromeando, igual habrá quien sí, no sé, a saber !! sin embargo, si que noto que cada vez oigo más el "odio la Navidad", "odio ir a cenar donde mi suegra", "odio que vengan mis cuñados a casa", "odio tener que salir a comprar los regalos", "odio los villancicos, la pandereta y la zambomba"... Cada uno tiene sus circunstancias, sus razones o sus preferencias, el caso es que luego todo el mundo te felicita o te bombardea con whatsapps navideños y leerlos y pasarlos forman ya parte del ajetreo navideño como una cosa más.


De todo este trajín que se vive en estos días de "vete un día al centro a ver las luces y otro a ver si puedes comprar algo", "queda con amigos para cenas navideñas", "prepara comidas en casa que viene la familia"... y  mil cosas más agotadoras, con lo que más disfruto es con el festival de villancicos del cole, aunque mis hijos sean ya bastante mayores, y al hornear unas galletas de Navidad. No me pidáis que haga unas albóndigas, hornee un pollo asado, ponga unas lentejas o líe unas croquetas, que me salen francamente mal, y menos en estas fechas en las que estoy como todo el mundo a tope. Pero para unas galletas siempre estoy dispuesta y jamás me da pereza. Hago galletas todo el año, en ocasiones las llevo al cole por algún cumple, las hago también cuando alguien viene a casa a tomar un café, unas veces las regalo a quien me importa, otras forman parte de un detallito de compromiso, algunos años las de Navidad las cuelgo en el árbol....


Estas galletas de mantequilla con las que despido el año son de mantequilla sin más, sin jengibre ni canela. Saben parecidas a las danesas de la lata azul, con esto quiero decir que están espectaculares,  son muy sencillas de realizar, me sirven también para publicarlas una y otra vez en este blog, pues son muy recurrentes, y como las he marcado con este rodillo con motivos de Navidad son las he utilizado para mi felicitación navideña de 2018.







GALLETAS DE MANTEQUILLA 


- 135 gr. de mantequilla
- 100 gr. de azúcar
- 1 huevo
- 2 cucharaditas de postre de aroma de vainilla 
- 250 gr. de harina 


1. Batir en un bol o recipiente la mantequilla a temperatura ambiente o ablandada, partida en dados, junto con el azúcar. Antes utilizaba la batidora Minipimer o incluso lo hacía a mano, pero ahora tengo una preciosa batidora roja tipo Kitchen Aid que me facilita mucho el trabajo.

2. Agregar un huevo entero y seguir batiendo.

3. Añadir las dos cucharaditas de aroma de vainilla y remover o dar un golpe de batidora.

4. Ir incorporando poco a poco la harina tamizada y seguir batiendo. En este paso cambio las varillas por el accesorio de amasar porque al llevar mucha harina la masa se vuelve muy compacta.

5. Cuando la masa ya ha admitido toda la harina nos ayudamos de una espátula o cuchara para despegar la masa que se ha quedado adherida a las paredes del recipiente, le damos forma de bola con las manos, envolvemos con plástico transparente y dejamos reposar una o dos horas en la nevera. A veces también la estiro primero con el rodillo y la refrigero después, depende del tipo de galletas que vaya a hacer con la masa.

6. En este caso he estirado la masa con el rodillo alisador estirándola hasta llegar al grosor  de algo más de medio centímetro. A continuación la he dejado reposar en la nevera hasta que se endureciese un poco, no en exceso, y pasado este tiempo, la he sacado para empezar a marcar el dibujo con el rodillo de motivos navideños. El truco está en conseguir una temperatura ideal para conseguir que se marque perfectamente el dibujo. Hay que ayudarse espolvoreando harina en la superficie para que no se pegue el rodillo.

7. Cortar las galletas con el cortapastas elegido, disponer en una bandeja de horno sobre papel vegetal y volver a introducir en la nevera para que se mantengan bien marcados los dibujos. Si la masa está muy caliente se ablanda y se desdibujan.

8. Precalentar el horno a 170 grados y hornear durante 20-22 minutos en la bandeja del medio del horno. 

9. Sacar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla. 







Todas las fotografías pertenecen a Planeta Cereza. Son muy pocas para tantas líneas, nada más tres fotos que he hecho rápidamente con el móvil a las 15-16 galletas que he podido salvar de la hornada. Entre dos o tres que se me han roto, otras dos que "mami, me las como porque se te han quemado un poquito", otras dos que "mami, me las llevo al cole para enseñarlas" y otras dos que me las como yo misma calentitas, recién sacadas del horno, para ver que tal me han salido... me quedé con muy pocas. Se que algunos años me esmero más, tanto en las galletas como en las fotografías, pero si me espero un poco a sacar la cámara buena entre que voy y vengo... me quedo sin felicitación navideña.

De todo corazón...


¡¡ FELIZ NAVIDAD !!



Felices Fiestas a todos. Disfrutad.



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