Planeta Cereza: marzo 2017

viernes, 31 de marzo de 2017

Guía de la Floración en España 2017





Hace dos días estaba nevando en Madrid y seguramente dentro de otros dos hará un sol de justicia tal que nos haga, como todos los años, pasar de la bota a la chancla en menos de ocho horas, de una día para otro. La primavera, y con primavera me refiero a buen tiempo, suele llegar, como todos los que vivimos aquí sabemos, de repente y sin avisar, pero es justo por ello por lo que es bien recibida por todos, a pesar de las alergias que nos trae de regalo solo a algunos de nosotros. Muchos de los madrileños decimos que no hay primavera aquí, en esta ciudad tan extrema, o que ya no existe, como antaño, y eso que antes de la llegada de los primeros rayos de sol de esta estación nos empiezan a bombardear en la tele con el clásico o tradicional anuncio comercial de unos grandes almacenes que se empeña en recordarnos que sí y que ya ha llegado, aunque esto último sea mentira. Yo caigo en la cuenta de que el invierno se está quedando atrás no con ese solecito que a veces llega inesperadamente, que agradezco, cómo no, y que hace que muchos salgamos, yo la primera, como locos a las terrazas a tomar el aperitivo, sino con las primeras flores florecidas propias de la estación, con las que siempre siento el impulso de sacar el teléfono móvil y sacar unas fotos, normalmente más malas que buenas. Ahí es cuando digo "Ya es primavera en...".






Primavera es sinónimo de flores, de buen tiempo, de color, de luz, también de inestabilidad atmosférica, de más sueño, de picor en los ojos y en la nariz, como me ocurre a mí, de planes, de ganas de abandonar la ciudad. En esta estación, que no es mi favorita, porque lo es el otoño, pero que aún así me encanta, unos disfrutamos Madrid, otros salimos de excursión de fin de semana o unos días de vacaciones que siempre sientan tan bien después de frío invierno, y algunos ambas cosas, porque en Madrid somos muchos, más de tres millones sin contar con turistas o visitantes ocasionales. Pocas veces te encontrarás la Gran Vía de Madrid vacía y aquellos tiempos, en los que en la ciudad durante las vacaciones de Semana Santa o verano aparcabas "en la puerta" o no te encontrabas por la calle un alma, porque las almas con sus correspondientes cuerpos se habían largado al pueblo o a la playa, ya han pasado.

Tengo mi ordenador, y mis otros dispositivos electrónicos, llenos de todas esas fotos que voy haciendo cuando me encuentro una flor bonita y entre ellas he elegido al azar, precediendo a estas cuatro líneas, una fotografía (que seguramente no será la mejor) de unas flores de las miles que he ido acumulando con los años. Teclea en google "primavera madrid" y se llenará tu lista de resultados de cientos de flores (quizá salga alguna foto mía), de planes, a cual más interesante, para disfrutar de esta estación en la ciudad, o de miles de sitios donde tomar las mejores fotografías primaverales.


Crédito: Toprural.com


Si te quedas esta primavera en la ciudad, la mía o la tuya, te puedes hartar de hacer fotos preciosas de plantas florecidas, es lo que tiene que esta estación sea tan bonita. En Madrid, por ejemplo, La Rosaleda del Parque del Oeste, los almendros de la Quinta de los Molinos, El Retiro, El Jardín Botánico... fascinantes parques, jardines y espacios naturales urbanos donde pasear, respirar o, si te pasa lo que a mí, disparar con la cámara. Si por el contrario decides abrirte al entorno rural, abre las páginas de la guía que hoy te comparto y que tan amablemente me han enviado desde el portal Toprural para hacer libre uso de ella (para mí que se han dado cuenta de que me gustan mucho las flores !!). La Guía de la Floración en España en 2017, es una guía fantástica y muy valiosa que tiene en su interior mucha información práctica: escapadas, consejos, rutas, fiestas, actividades, los más atractivos alojamientos y los mejores lugares de España donde contemplar y disfrutar de la floración de muchas especies. Podrás leer artículos más que interesantes y podrás ver las mejores zonas donde florecen, por ejemplo, almendros y cerezos (de ellos ya he hablado muchas veces por aquí, es pasión lo que siento al verlos); los coloridos campos de amapolas; encontrar donde puedes emborracharte con el inconfundible olor de las flores de azahar o donde localizar las 8.000 variedades de camelias que florecen en Galicia; enterarte por qué los campos de girasol son curiosamente un reclamo para el turista japonés... y mucho más. Y se me olvidaba: no hace falta irse al sur de Francia a buscar campos de lavanda pues no solo florece en la Provenza sino aquí al lado, en la Alcarria, donde además se organiza un festival anual, y por otro lado, una zona muy querida por mí, la Sierra de Gredos se tiñe en primavera del maravilloso color amarillo de los piornos. Es tan bonito !!



Crédito: Toprural.com



Leedla, elegid sitio y a disfrutar todos del magnífico espectáculo que nos ofrece la naturaleza. Que no me entere yo que no reserváis unos días para hacer el mejor de los planes. En Madrid o en cualquier sitio (se me acaba de venir a la cabeza la canción de Manolo Escobar "... y vivan, los cuatro puntos cardinales de mi patria. Que vivan! los cuatro juntos"... que tontería !!) Primavera hay en todos los sitios, y flores también. Si no es este fin de semana, el que viene, o el otro, o cuando sea. Afortunadamente las especies florecen también durante las otras estaciones. Que haríamos nueve meses sin flores !! Solo faltaba.



Crédito: Toprural.com

Crédito: Toprural.com

Crédito: Toprural.com

Crédito: Toprural.com

Crédito: Toprural.com



Pincha aquí si quieres bichear la página de Toprural, el portal experto en turismo rural.
Y aquí si quieres acceder directamente a la Guía de la Floración en España en 2017.



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miércoles, 15 de marzo de 2017

Rincones. La Quinta de Torre Arias





Quizá no sea esta imagen de la bicicleta verde la más significativa de todas cuanto puedan tomarse en la Quinta de Torre Arias ni la que más identifique a esta aun desconocida finca, pero sí es una de las más fotografiadas o por lo menos donde más veo que se entretienen las pocas personas que me cruzo casi a diario cuando paseo por este bonito jardín, en los tiempos libres que me permite mi jornada laboral. Seguramente sea así no por ser lo mejor que te encuentres dentro de esta enorme y fantástica quinta, no, es un jardín maravilloso y una finca peculiar, sino por pintoresca y llamativa, con ese precioso color verde o por estar situada en un pequeño rinconcito a modo de parking de bicis que hay a la derecha a pocos metros tras pasar la puerta de entrada a la finca. 










Este mini aparcamiento donde se encuentra la fotografiada bici verde, con cabida para pocas bicicletas, cuatro o cinco, es de momento suficiente entre diario. Digo justo esto: "de momento" y "entre diario", pues por lo que me ha contado uno de los vigilantes del lugar, el fin de semana la cosa cambia bastante y muchas de las personas de la gran cantidad que se acercan a ver estos días los almendros florecidos de la vecina Quinta de  los Molinos, se pasan también por esta dando un pequeño paseo de pocos metros por la madrileña calle de Alcalá. 

Como parque histórico, la Quinta de Torre Arias tiene normas de uso: no perros, no niños solos, no hacer fuego, no salirse de los caminos (esto es casi imposible de cumplir)... y entre ellas también está la de no montar en bicicleta. Puedes pasarla al recinto y aparcarla, o llevarla contigo sin montar en ella. Puedes también hacer running (yo lo pregunté y lo hago algunas veces) sin embargo reconozco que lo que más me gusta es andar, pasear sola por el precioso jardín, con música o sin música; andar una hora, deprisa o despacio, observando flores y otras plantas; sentarme un rato, con libro o sin libro, en silencio; respirar los olores de la primavera que va llegando; hacer unas cuantas fotos, con sol o sin sol (las podéis ver aquí) porque en este mes en el que, a excepción de los lunes en los que está cerrado, voy casi todos los días, ha habido de todo, frío, sol, lluvia o aire, como corresponde a estas alturas del año, y haga una cosa o haga otra, pasar en definitiva un momento realmente placentero en el que apenas me cruzo a 5 o 6 personas, el día que más, en todo el tiempo, algo que hace relativamente poco no pensé que podría ocurrir. Ya me estoy adelantando e imaginando el otoño buscando alguna que otra seta, he leído que ya hay un estudio micológico en curso que ha constatado 30 nuevas especies.








Hace apenas 4 meses que la Quinta de Torre Arias se abrió al público y solo uno desde que yo la frecuento. Pero esta apertura es una apertura parcial: algunas construcciones están valladas y algunas partes de jardín también. A determinadas zonas no se tiene acceso y otras solo las puedes ver a distancia. Tanto el palacio como el jardín se encuentran en restauración. En la fotografía que muestra el plano de la quinta con todas sus dependencias y zonas, se puede ver el recorrido que se puede pasear delimitado por una línea de puntos. La finca consta de palacio y muchas dependencias: vaquería, matadero, invernadero..., estanques, pozos, fuentes, zona de huertas, arboles de diferentes especies como encinas, pinos, almendros, tilos... muchas de las construcciones están en mal estado y hay zonas peligrosas de riesgo que se han vallado, es por eso que todavía no se pueda pasear por la totalidad de su superficie. Aunque las asociaciones vecinales del distrito y plataformas constituidas para recuperar la finca para los ciudadanos han hecho mucho ruido al reivindicar la finca como espacio verde público tras el intento demolición y de privatización del anterior gobierno municipal, para algunos madrileños que viven algo alejados de este distrito de San Blas-Canillejas, la quinta es totalmente desconocida y para otros, como yo y como algún oficinista más de la zona, que llevamos pasando a diario por delante de su puerta y asomamos un día  la cabeza por ella intrigados, se ha convertido de repente en un refugio de paz donde desconectar por un rato.

La Quinta de Torre Arias tiene mas de 400 años de historia. Es una finca histórica de finales del siglo XVI (1580) que fue finca agropecuaria y de recreo y perteneció a la condesa de Torre Arias, Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno Seebacher, hasta su muerte en 2012, quien la heredó de su padre, Alfonso Pérez de Guzmán el Bueno Salabert, VII conde de Torre Arias, como Quinta de Canillejas junto con el título nobiliario y quien la cedió al Ayuntamiento de Madrid al morir sin descendientes. Sobre su interesante historia, sobre la guerra que han mantenido consistorio y vecinos y sobre los planes de futuro puedes leer pinchando aquí aquí. Su entrada se encuentra a escasos metros de la boca de metro de Torre Arias. Durante mucho tiempo solo he visto de ella la copa de los árboles y el reloj de la torre de la fachada principal del palacio y la he adivinado tras la fea y larga tapia pintarrojeada que he descubierto después apuntalada por el otro lado. En conjunto me resulta una finca magnífica, un lugar sorprendente, misterioso y fantástico, un jardín delicioso, solitario. Su apertura el 27 de noviembre pasado levantó mucha expectación y a su inauguración asistieron unas 2000 personas a pesar del mal tiempo. Ahora en marzo cierra todavía pronto, a las 17:30, y no abre los lunes por logística de las obras, pero merece la pena acercarse un par de horas a conocerla porque es realmente una joya en todos los sentidos.

































QUINTA DE TORRE ARIAS.
Calle Alcalá, nº 551 - Madrid
Metro Torre Arias, Línea 5

Horario:
- 1 de octubre a 31 de marzo: de 10:00 a 17:30 h.
- 1 de abril a 30 de septiembre: de 10:00 a 20:30 h.
Lunes cerrado.



Todas las fotografías pertenecen a Planeta Cereza.

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