Planeta Cereza: julio 2014

martes, 15 de julio de 2014

Rincones. Viajando en el tiempo por el metro de Madrid




Dicen que hay que tener amigos hasta en el infierno. Si lo dicen será por algo, por lo menos práctico seguro que será. Afortunadamente yo solo cuento con buenos amigos (ni que los hubiera malos!!) por lo tanto no puedo "bajar hasta tan abajo" ni a visitar ni a pedir favores, suerte que tengo !! y eso que paso media vida corriendo de un sitio a otro por el subsuelo de mi ciudad. Este fin de semana pasado he utilizado el metro de Madrid no para desplazarme, como es lo habitual que hago a diario, y que en definitiva es para lo que sirve, sino para realizar con unos amigos una visita cultural, a la que siguió una gastronómica, por este medio de transporte que está próximo a cumplir un siglo de existencia. Fuimos con un amigo común que sabe mucho muchísimo sobre el metro de Madrid, más que nadie me atrevería a decir, y que cuenta las cosas con una precisión asombrosa. Nos llevó en este interesante "viaje sentimental" que dice la compañía metropolitana, a la antigua central eléctrica de Pacífico, la llamada "Nave de Motores", a la estación fantasma de Chamberí y al Museo de Caños del Peral situado dentro de la estación de Ópera. Contó miles de cosas y como no tomé apuntes acompaño este extenso reportaje fotográfico íntegramente con el texto que proporcionan Metro de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid. Disfrutamos muchísimo de tan especial visita, tomé cientos de fotos y atendimos con curiosidad a las historias e historietas que con tanto entusiasmo contaba. Hasta estuvimos buscando en Chamberí el fantasma de la niña asesinada y nos pareció verle.



HISTORIA DE METRO DE MADRID

Madrid vivía, en los albores del siglo XX, su particular revolución en el transporte urbano. Los clásicos coches de punto, que funcionaron hasta 1850, fueron sustituidos, primero, por los ómnibus, después, por los tranvías y, a partir de 1911, por los automóviles: la revolución industrial había puesto en marcha la maquinaria del cambio social.

La construcción del metro situó a nuestra ciudad a la altura de las grandes metrópolis, que ya contaban con este sistema de transporte, rápido y eficaz (Londres -1863, Budapest -1896, París -1900 y Berlín -1902).

El 24 de enero de 1917 se constituyó la Compañía Metropolitano Alfonso XIII, bautizada así en agradecimiento al monarca, quien aportó a la empresa un millón de pesetas a título personal. La nueva compañía fue el resultado de la apuesta de los ingenieros, Antonio González Echarte, Carlos Mendoza y Miguel Otamendi, por la modernidad y el progreso tecnológico, con la intención de afrontar los crecientes problemas de tráfico, el desarrollo imparable de la ciudad, en cuanto a población y extensión, y la necesaria aproximación a la naturaleza, al campo.

Su proyecto planteaba la construcción de 4 líneas que dieran servicio al centro urbano, así como a algunas poblaciones limítrofes. La longitud prevista era de 14 km. Los trenes, que se componían de 5 coches con capacidad para 250 personas, circularían a una velocidad de 25 km/h y a una profundidad media de 10 m, con una frecuencia de paso de entre 2 y 3 minutos.

La configuración arquitectónica de este gran proyecto de ingeniería se confió al arquitecto Antonio Palacios, quien dotó a la red de Metro de una imagen sumamente cuidada y atractiva.

El 17 de octubre de 1919 Alfonso XIII inauguró la primera línea del Metro, que cubría una distancia de tres kilómetros y medio, entre la populosa barriada obrera de Cuatro Caminos y la Puerta del Sol, con seis estaciones intermedias: Ríos Rosas, Martínez Campos (Glorieta de Iglesia), Chamberí, Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal) y Red de San Luis (Gran Vía).

Hoy, Metro de Madrid cuenta con más de 280 km de vías, 14 líneas y 292 estaciones, ofreciendo servicio a más de 700 millones de usuarios anuales. Su red en explotación es la segunda más extensa de Europa Occidental y la tercera de mundo. Es, además, uno de los metros que más rápidamente se expande, con notables ampliaciones durante la última década y no menos ambiciosos proyectos en curso.



ANDÉN CERO






La antigua Estación de Chamberí y la Nave de Motores de Pacífico constituyen las dos sedes de Andén 0, el centro de interpretación de Metro de Madrid, promovido por el Ayuntamiento de Madrid, en colaboración con Metro de Madrid.

La singularidad, el valor testimonial, tecnológico y artístico, el buen estado de conservación y el interés social de ambos espacios históricos llevaron al Ayuntamiento de Madrid a acometer su restauración y apertura al público con el propósito de acercar a los ciudadanos a su historia y recuperar una parte de la memoria colectiva y de los espacios que la conservan.

En Andén 0 se muestra una parte esencial de nuestro patrimonio industrial: la historia de Metro de Madrid y la importancia del transporte como motor de la economía y el cambio social en la ciudad. También da a conocer los avances de la ingeniería civil, el progreso tecnológico, la arquitectura, así como la incipiente industria de la publicidad y el diseño.

La estación de Chamberí y la Nave de Motores de Pacífico serán las dos sedes de un único centro, Andén 0, que servirá para acercar a los madrileños al conocimiento de la ciudad y de su historia reciente. Ambos espacios constituyen un valioso patrimonio, no solo desde el punto de vista de nuestra historia económica e industrial, sino también desde los puntos de vista artístico y tecnológico. Convenientemente restaurados, darán soporte a un amplio programa de contenidos, apoyado tanto en medios expositivos tradicionales como en modernos sistemas audiovisuales.

Andén 0 se ha concebido como una ‘máquina del tiempo’, a través de la cual los visitantes podrán realizar un viaje por la historia del metro y la ciudad, comenzando en las primeras décadas del s. XX, pasando por los momentos en los que el Metro durante la Guerra Civil se convierte en refugio de ciudadanos durante los bombardeos aéreos -, y acabando en la etapa actual de expansión más allá de los límites del municipio.

Pero no sólo la ciudad y su historia serán objeto de consideración: el transporte y sus implicaciones en las transformaciones urbanas y sociales, la arquitectura, la ingeniería, la tecnología y su evolución, la publicidad y el diseño, son algunos de los muchos aspectos que también tendrán cabida en Andén 0.




NAVE DE MOTORES DE PACÍFICO








La Nave de Motores de Pacífico se construyó con el fin de solventar las posibles insuficiencias de suministro eléctrico y prestar un mejor servicio a la red de Metro. Se trata de una central que podía transformar la corriente eléctrica suministrada por las compañías, y generar su propia energía, mediante la utilización de tres motores Diesel, de 1.500c.v. cada uno, adquiridos en Alemania. También llegó a proporcionar energía al resto de las subestaciones de Metro, a la misma ciudad de Madrid y, en 1925, a las compañías eléctricas. Además, durante la Guerra Civil, suministró electricidad para el uso de la población de Madrid.










El proyecto de la instalación de la maquinaria, que llegó a tener una potencia de 5.000 Kw, corrió a cargo de los ingenieros José María y Manuel Otamendi. Antonio Palacios fue, también en este caso, el autor del proyecto arquitectónico, extendiendo el uso de azulejos a los edificios auxiliares de Metro, como imagen de la compañía. La construcción de la Nave de Motores se finalizó en 1923, año en el que se completa la construcción de la primera línea de Metro.










La creciente regularidad del suministro eléctrico motivó el cese de la producción de energía y, en 1972, la Sala de Motores quedó definitivamente fuera de servicio.












Los trabajos de restauración de la Nave de Motores, según proyecto del arquitecto Carlos Puente, han contemplado la recuperación del aspecto original de edificio, así como la limpieza y restauración de la maquinaria y elementos muebles, y la creación de un espacio de acogida para el público.













ESTACIÓN DE CHAMBERÍ






La Estación de Chamberí pertenece a la primera línea de Metro. Su diseño responde a los criterios de funcionalidad, sencillez y economía impuestos por Antonio Palacios. Este arquitecto logró atenuar la posible reticencia del público a utilizar el transporte subterráneo, mediante el empleo de acabados brillantes, coloristas y luminosos en los espacios en contacto con los viajeros, como vestíbulos, túneles de paso y andenes, utilizando masivamente paños de azulejos y otras piezas cerámicas de color blanco y azul cobalto.









Muchas de las estaciones del metro se convirtieron durante la Guerra Civil, en almacenes e improvisados refugios para los ciudadanos durante los bombardeos aéreos.








En la década de los 60, debido al incremento del tráfico de viajeros, Metro decidió alargar las estaciones de la línea 1 para poder poner en servicio nuevos trenes de mayor capacidad, de hasta seis coches. Ante la imposibilidad técnica de ampliar la estación de Chamberí, por su situación en curva y su proximidad a las de Bilbao e Iglesia, el Ministerio de Obras Públicas decidió cerrarla en 1966.










Los trabajos de recuperación de la Estación de Chamberí, iniciados en 2006, se han llevado a cabo según el proyecto de los arquitectos Pau Soler y Miguel Rodríguez. Su intervención ha consistido en la restauración íntegra del interior, -suelos, muros, bóvedas y carteles publicitarios-, así como la recuperación del mobiliario y los andenes originales, y la creación de un nuevo acceso, ya que el original había desaparecido.









MUSEO LOS CAÑOS DEL PERAL






La estación de Ópera cuenta en su interior con el mayor museo arqueológico bajo tierra de Madrid, un espacio de 200 metros cuadrados donde se pueden ver restos arqueológicos de los siglos XVI y XVII pertenecientes a la Fuente de los Caños del Peral, el Acueducto de Amaniel y la Alcantarilla del Arenal. 







A principios del siglo XVI el agua no llegaba a las casas de Madrid a pesar de ser un elemento indispensable en el desarrollo de la ciudad y realizaban el abastecimiento mediante aljibes o pilas instaladas en las plazas y junto a puertas y murallas. En la Edad Moderna, las fuentes públicas sustituyeron a los aljibes, y parte de esas fuentes es lo que encontramos hoy en Ópera. 








La Fuente de los Caños del Peral contaba con seis caños y sus correspondientes pilas. El agua procedía del manantial de aguas gordas existentes en la plazuela de los Caños. El Acueducto de Amaniel se remonta a comienzos del siglo XVII, nacía en la actual Dehesa de la Villa y surtía agua al Palacio real. La Alcantarilla del Arenal vino a paliar el problema de la evacuación de las aguas sucias, por eso se canalizó para que desembocara en el arroyo de Leganitos, en algún punto de la actual Cuesta de San Vicente. 








Elementos hidráulicos que acercan la historia a todos los visitantes que además, tienen la posibilidad de acceder a la sala de audiovisuales para conocer la historia de los vestigios expuestos. 







INFORMACIÓN

ESTACIÓN DE CHAMBERÍ
Todos los viernes de 11:00 a 13:00 y de 17:00 a 19:00 horas, y todos los sábados y domingos de 10:00 a 14:00 horas, incluyendo los festivos coincidentes con este calendario de apertura.
Plaza de Chamberí s/n
Metro: Iglesia, Bilbao
Autobuses: 3,40,147
Visita gratuita: Acceso libre hasta completar el aforo

NAVE DE MOTORES
Horario de visita
Todos los viernes, sábados y domingos de 10:00 a 14:00 horas, incluyendo los festivos coincidentes con este calendario de apertura.
Calle de Valderribas, 49 (esquina c/Sánchez Barcaiztegui)
Metro: Pacífico Y Conde de Casal
Autobuses: 10,56
Visita gratuita: Acceso libre hasta completar el aforo

MUSEO DE LOS CAÑOS DEL PERAL
Estación de Ópera (líneas 2, 5 y Ramal). Plaza Isabel II, 1
Horario de visita
Viernes, sábados y domingos, de 11:00 a 13:00 y de 17:00 a 19:00 horas
Visita gratuita: Acceso libre hasta completar el aforo
Teléfono de Información: 902 444 403 - 91 779 63 99